Ni os podéis imaginar que bueno estaba. Como un bizcocho tan sencillo como este, llega a estar tan esponjoso. Os voy a decir el secreto, buttermilk. Si, es aquella especie de leche cortada que se utiliza mucho en Reino unido y America.
Era tan difícil de encontrar…que siempre que hacia una receta que tenia buttermilk la hacia yo en casa, leche con unas gotas de limón. Pero, no, ya os digo yo que no, la que se compra en los supermercados, esa si, esa si que es la buena. Os lo prometo!
Pero como empezó la búsqueda de mi ingrediente estrella.
Os lo explico..
El otro día quería hacer un red velvet cake que le había prometido hace algún tiempo a mi hijo. Simplemente, nunca lo quería hacer ya que me faltaba el ingrediente que deja al pastel super esponjoso. Hace tiempo hice el buttermilk casero y el red velvet no me salio como yo esperaba.
Entonces, aquí fui yo investigando, cual Sherlock Holmes de estar por casa, en Internet y por fin lo encontre en el supermercado de El corte Ingles.
Que alegria,.
Fui, compre y hice el pastel. Quedo delicioso (perdonad, no tengo post porque aunque el sabor era bueno me equivoque de colorante rojo y no salio como para mostrarlo, otro día os prometo que lo haré y lo publicare).
En fin, todo esto viene porque quiero contaros que el bizcocho de hoy esta hecho con los restos de buttermilk que me sobro. Os lo aseguro, fácil y bueno. Que mas se puede pedir.
Yo le puse cerezas que ahora están en plena temporada, pero le podéis poner fresas, frambuesas, arándanos, frutos secos, yo que se…lo que vosotros queráis y tengáis mas a mano. Eso si, nada de frutas con mucha agua, como naranjas o melón, por ejemplo.
Aquí va la receta, sacada del bog Directo al paladar
BIZCOCHO DE VAINILLA CON CEREZAS
120 gramos mantequilla temperatura ambiente
240 gramos azúcar
3 huevos L a temperatura ambiente
200 gramos harina
1 cucharadita/sobre de levadura en polvo
1/2 cucharadita de sal
120 ml de buttermilk (si no encontrais, podéis hacerlo con con 120 ml de leche y una cucharadita de zumo de limón sin mezclar. Dejar reposar 10 minutos antes de incorporarlo a la receta)
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 gramos de cerezas cortadas por la mitad y sin hueso
Empezamos por calentar el horno a 170 grados arriba y abajo. Ponemos mantequilla y harina en el molde del bizcocho (yo he utilizado uno rectangular, pero puede ser uno redondo) para que no se nos pegue al desamoldar.
Echamos en la batidora el azúcar y la mantequilla y batimos hasta que este bien mezclado. Para mi, fueron unos 5 minutos. Echamos uno a uno los huevos dejando que se mezclen a la crema .
Por otro lado, tamizamos la harina junto con la levadura y la sal.
Mezclamos la vainilla junto con el buttermilk.
Vamos ahora a mezclar los ingredientes sólidos a los líquidos. Incorporamos un tercio de la harina a la crema, cuando este integrada, echamos la mitad del buttermilk. Volvemos a incorporar otro tercio de la harina, dejamos integrar y echamos el resto del buttermilk. Por ultimo, incorporamos lo que queda de la harina.
Cuando estén todos los ingredientes mezclados, los volcamos en nuestro molde. Damos unos golpes, con el molde lleno, en la mesa de trabajo para que se reparta bien la crema por todos los lados.
Ahora, ponemos las cerezas encima de la crema hundiendo un poco para que no queden a la vista y no se quemen en el molde. Tened en cuenta que luego bajaran con el peso, por tanto, no las metáis mucho.
Ponemos en el horno y dejamos unos 40 minutos. Recordad siempre hacer el test del palito para ver si el bizcocho esta hecho.
Dejar reposar en el molde unos 20 minutos mas o menos antes de desmoldar.
A que queda bonito!
Espero que lo hagáis y os guste tanto como a nosotros nos gusto.
Ya sabéis que podéis dejar los comentarios que querais y las dudas que yo procurare contestar lo antes posible.
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A COMEEER!